jueves, 22 de diciembre de 2011

Puente Diciembre Primer Examen...

 En el trabajo me permitieron coger todo el puente de vacaciones y el primer fin de semana me uní a un grupo de amigos que iban a intentar hacer cumbre en Monte Perdido.
Decidimos ir en un coche, ya que al final de los cinco que estuvimos hablando para subir, Silvia no pudo por tener un tobillo tocado por un esguince y prefirió parar e intentar recuperarlo lo antes posible.
Íbamos con muchos días, y decidimos tomárnoslo con calma,
La noche del viernes la pasamo en el albergue de Torla, y el sábado subimos con calma por las clavijas de Soaso.






hacia el refugio de Góriz



A la mañana siguiente, sin mucho madrugar nos pusimos en marcha alegrándonos de como había amanecido el día, y pensando en las prácticas de encordamiento que llevábamos en mente.


Y pasito a pasito, nos fuimos aproximando a nuestro objetivo, buscándonos alguna alternativa un poco más interesante que la ruta pisada que estábamos siguiendo.




Y pensando en que situación se encontraría la temida escupidera, pero el día nos estaba acompañando y la nieve estaba perfecta, ni dura como el hielo, ni blanda como si estuviera papa.



Y poco a poco nuestros pasos nos llevaron a la pala final antes de llegar a cumbre


Y nuestro destino se fue acercando hasta llegar a ubicarse debajo de nuestros pies, habíamos conseguido hacer cumbre después de pasar bastante frío a 100 metros antes de llegar, pero que curiosamente, arriba no soplaba nada de ese aire, y nos permitió disfrutar tranquilamente de las vistas que nos estaban regalando nuestras queridas montañas.


Nos acordamos de nuestra querida amiga Silvia,




Y para bajar decidimos poner en marcha las prácticas de encordamiento que teníamos planeadas.


Y así bajamos hasta casi el refugio encontrándonos a nuestro paso, pequeñas sorpresas de la naturaleza


Hasta regresar de nuevo al refugio, que nos acogió de nuevo reconfortándonos con algo de calor, buena comida y poco descanso ya que nos tocaron varios compañeros de habitación que sus pulmones soltaban aire con más fuerza de lo normal, jejejejejejeje...

Y ahora que¿?, pues nada, al día siguiente bajamos a recoger el vehículo que nos esperaba en la pradera de Ordesa, y de aquí de nuevo a Torla. Queríamos escalar en Broto, pero las ampollas que les habían salido a dos compañeros no les dejaban escalar y como al resto no nos motivaba mucho, decidimos volver a Madrid, pasando por el Monasterio de Piedra, pero no pasamos a su interior al ver los precios que tenían.

De modo que volvimos a la carretera camino de Madrid, y a descansar ya que en dos días me volvía a poner en ruta, pero al lado opuesto de España, hacia el sur, Murcia, a probar una aventura que me llevaba rondando por la cabeza hacía tiempo y que por fin se iba a cumplir, pero eso ya lo contaré otro día ;-D

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